Por Bárbara Ojeda
Villa 20 se encuentra ubicada en el sur de la Ciudad de Buenos Aires e integra la Comuna 8, formando parte de Villa Lugano. La misma se encuentra ubicada entre las calles Av. Escalada, Av. Gral Fernández de la Cruz, Av. Larrazábal y José Batle y Ordóñez. Como uno más de los tantos asentamientos precarios que tiene CABA, para el año 2016, la cantidad de personas y familias que había en Villa 20 era muy elevada para el número de viviendas construidas allí. Según el Censo del Instituto de Vivienda de la Ciudad (2016), Villa 20 cuenta con 27.990 familias, 9.116 personas, y 4.559 viviendas, de las cuales 284 se encuentran deshabitadas y solo 38 en construcción.

A su vez, en CABA hay 2.63 personas y 1.06 familias por vivienda habitada, mientras que en Villa 20 hay 6 personas y 1.9 familias por vivienda habitada, lo que deja entrever una problemática social recurrente en nuestro país: el déficit habitacional, es decir, el conjunto de necesidades habitacionales insatisfechas debido a la falta de acceso a los servicios básicos que permiten tener una vivienda digna, y la situación de hacinamiento en la que se encuentran las personas que viven en villas y asentamientos.
Además, en Villa 20 el problema no reside solamente en la falta de viviendas, sino que los servicios básicos son sumamente defectuosos. La red de agua pública de las viviendas es informal, es decir, las instalaciones son realizadas por los vecinos, lo que lleva a que el abastecimiento no sea seguro. Al mismo tiempo, la red cloacal tiene conexión a una red pluviocloacal informal que no es operada por AySA, y la red de gas también es deficiente ya que el 91,3% de las personas que viven en Villa 20 utiliza garrafas. Entonces, se puede decir que la problemática que afecta a Villa 20 es compleja y multidimensional, por lo que no alcanza solamente con construir más viviendas o arreglar las ya existentes, sino que, también, se debe atender a las necesidades de la población garantizándoles los servicios básicos seguros, y otras obras concretas de infraestructuras como, por ejemplo, la apertura de calles.
Para darle solución a ese problema, en 2016 el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta sanciono la Ley de urbanización de Villa 20, en la que se presentó el Proyecto Integral de Reurbanización, teniendo como objetivo la construcción de 1500 viviendas, las refacciones de casas y de los diversos servicios básicos para el año 2019. Sin embargo, cabe preguntarse qué tan profunda es la reurbanización que el gobierno planeaba llevar a cabo. El proyecto dejaba sin definir cuestiones importantes como los planos de integración, cuáles serían las calles que provocarán la apertura de la villa, de qué manera se van a modificar las viviendas, cuáles son las familias que van a vivir en los nuevos departamentos, etc. Para agregar, el proyecto, en un principio, buscaba una regularización dominial de lo existente sin modificar las condiciones de habitabilidad de ninguna vivienda, es decir, se quería que los vecinos escrituraran su vivienda para constituirse como propietario de manera formal, pero sin hacer las refacciones de vivienda necesarias.
Por eso, en el caso de la Villa 20, los vecinos y vecinas tuvieron un papel clave en todo el proceso de definición del Proyecto Integral de Reurbanización. Así, se formó la “Mesa Activa por la Urbanización”, conformada por vecinos, representantes barriales y organizaciones que exigían ser escuchados y que se los tenga en cuenta a la hora de tomar las decisiones sobre el avance de la urbanización en Villa 20. No obstante, en varias ocasiones el IVC avanzó sin que las decisiones fueran aceptadas por la Mesa Activa por la Urbanización, o incluso contrarias a lo acordado, dejando en evidencia las falencias del proceso participativo (Barrios, R. y Magno, J., 2018; p.7)

De tal manera, la participación popular en este tipo de proyectos es central ya que se busca dar respuesta a una problemática que concierne a los habitantes de Villa 20. Entonces, ¿Quién mejor que los propios vecinos para dar cuenta de cuáles son las mejoras necesarias? Así, es necesario que el gobierno tenga presente las opiniones y perspectivas de los vecinos a la hora de realizar el diagnóstico y la transformación de Villa 20.
Por otro lado, ya han pasado más de 5 años desde la sanción de la Ley 5705/2016 y los resultados que se pueden ver hasta el momento no son tan significativos como se esperaba. Para julio del 2019, de 42 mudanzas a viviendas ofrecidas en canje solo 10 viviendas fueron intervenidas con el fin de lograr mejoramientos prioritarios y, de ellas, en siete viviendas las obras fueron terminadas, mientras que tres se encontraban en proceso. Las operatorias por canje permiten que una familia, que viva en una vivienda no afectada y quiera relocalizarse hacia otra vivienda de la misma Villa 20, pueda ofrecer su casa en canje para que se mude otra familia del barrio. Para febrero del 2020, las relocalizaciones realizadas por las operatorias de canje y crédito externo, más la totalidad de viviendas que contemplan las operatorias del predio Papa Francisco y Barrio Olímpico, abarcan solamente un 20,93% de las familias de la Villa 20 (Ronconi, I., y Cataldo, M., 2020; p.294).
En definitiva, es necesario que existan proyectos que tengan como objetivo la urbanización y la integración sociourbana de los asentamientos precarios, con el fin de brindarles a los ciudadanos condiciones de vivienda seguras y dignas. Sin embargo, no se puede dejar de lado que llevar a cabo este tipo de proyectos es un proceso complejo, de gran escala y de larga duración. El déficit habitacional es una problemática estructural que afecta a gran parte de la población y no hace referencia solamente a la construcción de nuevas viviendas, o el mejoramiento de las ya existentes. Para construir un país con menos déficit habitacional es necesario que los gobiernos (municipales, provinciales y nación) aseguren las condiciones mínimas de habitabilidad, lo que significa brindar los servicios básicos correspondientes como redes de agua potable, cloacas, electricidad, gas, alumbrado público, etc., asegurar un alquiler accesible, construir las obras de infraestructuras necesarias, así como la creación de un nuevo trazado de calles, de ser necesario.
Por Bárbara Ojeda
Bibliografía:
Barrios, R. y Magno, J. (2018). Los procesos de reurbanización de villas en la Ciudad de Buenos Aires: Aportes para analizar el caso de Villa 20, Lugano. En Congreso Internacional Vivienda y Ciudad: Debate en torno a la Nueva Agenda Urbana. Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina. Recuperado de: https://rdu.unc.edu.ar/bitstream/handle/11086/11577/1A.7-Barrios%20y%20otros.pdf?sequence=13&isAllowed=y
Instituto de Vivienda de la Ciudad (2016). Informe final: Censo 2016 Villa 20. Buenos Aires: Autor. Recuperado de: https://vivienda.buenosaires.gob.ar/censo-villa-20
Ronconi, I., y Cataldo, M. (2020). Entre la construcción de consensos y la definición por votación: alcances y límites de la participación en el proceso del Plan Integral de Reurbanización de Villa 20. El proceso de integración sociourbana. Villa 20, N.26, 292-313. Recuperado de: https://www.mpdefensa.gob.ar/sites/default/files/revista_26_-_villa_20_0.pdf
Secretaría Jurisdiccional de Derechos Humanos y Procesos Colectivos (2020). La Villa 20 en números. Principales datos sociodemográficos. El proceso de integración sociourbana. Villa 20, N.26, 170-184. Recuperado de: https://www.mpdefensa.gob.ar/sites/default/files/revista_26_-_villa_20_0.pdf