Por Valentín Rojas Lovecchio
El tráfico ilegal de fauna es la captura y comercialización de especies prohibidas para su venta. Supone combinaciones de métodos, como la falsificación, sobornos, empresas fantasmas, violencia y corrupción. Afecta a todo tipo de especies. En Argentina las más perjudicadas por este delito son más de 100 especies de aves, 20 de reptiles y 15 mamíferos; entre estas se encuentran el loro hablador, monos, ciervos, felinos y tortugas, entre otras (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2020 ) [1]. Se estima que el mercado genera entre 15 y 20 mil millones de dólares al año a nivel mundial (UNEP-INTERPOL, 2016) [2].
En nuestro país, la mayoría del tráfico silvestre se concentra en las provincias del noreste; pero este mercado trasciende las fronteras y se expande a todo el país y el mundo. Los ejemplares capturados son trasladados a las grandes ciudades donde se produce la mayor demanda y oferta para ser usados como animales domésticos. Gran parte se compran en ferias, veterinarias, sitios de e-commerce, redes sociales y rutas. Los compradores suelen ser coleccionistas, empresarios, traficantes o simples turistas que los quieren como souvenir y desconocen de los cuidados o necesidades que precisan los animales.
Los niveles de explotación suelen ser tan altos que se puede apreciar la profunda disminución de las poblaciones o llevarlos al borde de la extinción. En nuestro país existen unas 985 especies de aves, 345 de mamíferos, 297 de reptiles, 156 de anfibios y 710 de peces autóctonos. Según la Fundación Vida Silvestre Argentina, 529 de las mencionadas están amenazadas (Bernal, 2013) [3]. Además, hay tres extinguidas: el guacamayo azul, el zorro-lobo de las Malvinas y la lagartija del Lago Buenos Aires. Esto genera un gran problema para el ecosistema y la vida de las personas ya que provoca la aparición de plagas porque los depredadores comienzan a desaparecer, lo cual lleva a la destrucción de áreas vegetales.
Asimismo, la pérdida de una sola especie puede generar la extinción de otra, dado que las cadenas alimenticias se ven perjudicadas y se produce un dominó que puede condicionar el bienestar de los seres humanos. Un ejemplo de esta afirmación puede hallarse en las abejas, las cuales están en peligro de extinción. Si esto sucede provocaría una crisis alimentaria puesto que son las encargadas de polinizar un 84% de los cultivos comerciales, en ese caso la producción de la planta bajaría y no se podría cosechar. Además, algunas plagas son controladas por especies de ranas que son traficadas para su uso en la industria farmacológica, incrementando a la plaga y poniendo en peligro la integridad de los cultivos (Mojica, Rincón, Landínez, 2012) [4]. La extinción de especies no tiene solución, lo que también genera un peligro a nuestra vida, dado que muchas sustancias farmacológicas provienen de la naturaleza (animal y vegetal).
Para combatir esto, en el 2020 el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación creó la Brigada de Control Ambiental (BCA), encargada de decomisar los ejemplares rescatados en los operativos contra el comercio ilegal, articular su rehabilitación para poder reinsertarlos en sus hábitats naturales o establecimientos que aseguren su bienestar y controlar el estado de los zoológicos, criaderos y santuarios. Desde su creación se rescataron más de 600 ejemplares. Un gran porcentaje de los animales rescatados son exóticos y no pueden ser liberados, en este caso son llevados a centros de rescate o santuarios que le otorgan al animal el bienestar que necesita.

En 1975 entró en vigor un tratado internacional para controlar el comercio de vida silvestre, el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre (CITES), 115 países se adhirieron, entre ellos Argentina en 1981. Este tratado busca conservar las especies en peligro permitiendo el comercio de aquellas cuyas poblaciones puedan soportarlo en base a sus diferentes apéndices: son listados de animales y plantas accesibles o no a la venta siguiendo información científica. La implantación del CITES es responsabilidad de los países miembros y se les pide a los gobiernos que envíen informes y registros comerciales al secretariado de la organización.
El caso de las aves es emblemático: su destino es la venta, son condenadas a una vida de encierro en jaulas debido a su color, canto o escasez de su especie, para taxidermia o usar sus plumas para decoraciones o artesanías. Desde Aves Argentinas se creó el Programa Tráfico Ilegal de Fauna Silvestre como forma de dar lucha a este problema. Se busca generar información para difundir y que las personas entiendan sobre este tema brindando talleres, charlas, informes y creando campañas de concientización.
A través de dicho programa se pudo realizar un informe que muestra que el tráfico ilegal de animales silvestres entre enero del 2020 y agosto del 2021 se incrementó utilizando las nuevas tecnologías. Facebook es una gran herramienta para la compra y venta de fauna silvestre ya que pueden esquivar a los mecanismos de seguridad vendiendo desde cuentas falsas. Los datos arrojan que de 16 provincias, el 60% de las publicaciones son de la Provincia de Buenos Aires, le sigue Córdoba (10%) y Santiago del Estero (9%) (Programa Tráfico Ilegal de Fauna de Aves Argentinas, 2021) [5]. En el tiempo de la investigación se registraron 182 individuos de especies amenazadas. Lo alarmante es el alto número de cardenales amarillos: 68 individuos de 50 publicaciones en 6 provincias. Esos datos son una pequeña parte de lo que pasa solo en una red social pero se puede demostrar los peligros que sufren los animales.
En conclusión, el tráfico ilegal de fauna silvestre es una problemática muy grave, no solo para la seguridad de las especies en sí, sino para la vida de los humanos. Es de gran relevancia difundir más información sobre este tema debido a su escaso tratamiento en los medios de comunicación. Además, se vuelve esencial incluir leyes y medidas estratégicas regionales e intrarregionales para disminuir la demanda y el consumo de estos animales. Para denunciar la tenencia o tráfico de fauna silvestre se puede enviar mail con la mayor cantidad de datos posibles a dflorayfauna@mda.gba.gob.ar o al teléfono 221 429-5206/ 5236. La mejor manera de ver a los animales es en libertad, felices y cómodos en su hábitat natural.
Bibliografia:
Aves Argentinas. (2021). Caer en las redes. Recuperado desde: https://www.avesargentinas.org.ar/noticia/caer-en-las-redes
Aves Argentinas (s.f.). Programa de Tráfico Ilegal de Fauna Silvestre. Recuperado desde: https://www.avesargentinas.org.ar/tr%C3%A1fico#:~:text=%C2%BFQu%C3%A9%20entendemos%20por%20tr%C3%A1fico%20ilegal,cuales%20estas%20actividades%20est%C3%A1n%20prohibidas
Bernal, W. D. (2013). Tráfico ilegal de flora y fauna: El problema de la diversidad de normas y regulaciones en nuestro país y la disyuntiva con la falta de penas más severas. [Sesión de conferencia]. Seminario sobre aportaciones teóricas y técnicas recientes. Universidad Nacional de La Pampa. Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas. Recuperado desde: https://repo.unlpam.edu.ar/bitstream/handle/unlpam/1320/e_bertra112.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Gobierno de la Provincia de Buenos Aires (s.f). Denuncias Tráfico o tenencia ilegal de fauna silvestre. Recuperado desde: https://www.gba.gob.ar/desarrollo_agrario/direccion_de_flora_y_fauna/denuncias_trafico_o_tenencia_ilegal_de_fauna_silvestre
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (2020). Tráfico ilegal de fauna: algunos datos para entender la problemática. Recuperado desde: https://www.argentina.gob.ar/ambiente/accion/trafico-ilegal-fauna
Mojica, M. Rincón, C. y Landínez, Á. (2012). Tráfico de animales silvestres: una conflictiva relación entre los humanos y la fauna. Revista Conexión Agropecuaria, 2(1), 69–82 Recuperado desde: https://revista.jdc.edu.co/index.php/conexagro/article/view/341
Moriana, L. (2019). Pérdida de la Biodiversidad: Causas y Consecuencias. Ecología Verde. Recuperado desde: https://www.ecologiaverde.com/perdida-de-la-biodiversidad-causas-y-consecuencias-1094.html#anchor_7
Nellemann, C., Henriksen, R., Raxter, P., Ash, N., Mrema, E. (Eds). (2014). La crisis de delitos contra el medio ambiente – Amenazas al desarrollo sostenible procedentes de la explotación y el comercio ilegales de recursos forestales y de la fauna y flora silvestres. PNUMA-INTERPOL. Recuperado desde: https://www.interpol.int/content/download/5153/file/The%20Environmental%20Crime%20Crisis%20-%20Threats%20to%20sustainable%20development%20from%20illegal%20exploitation%20and%20trade%20in%20wildlife%20and%20forest%20resources%20ES.pdf?inLanguage=esl-ES
UNEP-INTERPOL. (2016). El aumento de los delitos contra el medio ambiente. Recuperado desde: https://www.interpol.int/es/Noticias-y-acontecimientos/Noticias/2016/El-informe-PNUMA-INTERPOL-indica-que-el-valor-de-los-delitos-contra-el-medio-ambiente-se-ha-incrementado-en-un-26#:~:text=Qu%C3%A9%20busca%20usted%3F-,El%20informe%20PNUMA%2DINTERPOL%20indica%20que%20el%20valor%20de%20los,ha%20incrementado%20en%20un%2026%25&text=Las%20p%C3%A9rdidas%20econ%C3%B3micas%20producidas%20por,y%2030%20millones%20de%20USD