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Observaciones sobre la educación argentina: cómo maximizar la calidad académica

Por GEPED (Grupo de Estudios para el Desarrollo)

 

Las pruebas PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes) se dedican a evaluar el aprendizaje de estudiantes en distintas asignaturas, como matemática, literatura y ciencias. Estas pruebas de carácter internacional generan un indicador comparable por excelencia de calidad académica; de aquí podemos obtener dos grandes conclusiones sobre la educación en nuestro país. Por un lado, el costo promedio por punto PISA es 233% más alto en Argentina que en Colombia, lo que significa que el Estado gasta mucho dinero y obtiene menos calidad académica por cada unidad de dinero invertida. Por otro lado, el nivel de alumnos por escuela es significativamente más bajo en Argentina que en Brasil y Chile. Esto implica que Argentina tiene muchas más escuelas que otros países, pero una peor calidad educativa comparada al dinero invertido en la infraestructura de las escuelas.

Costo promedio por punto PISA: indicadores


La efectividad es la capacidad que tiene la producción del proceso, es decir, las escuelas construidas, de producir beneficios e impacto real en la mejora de la calidad educativa. Esta dimensión está más relacionada a la dirección que toma el gasto más que con la forma de hacerlo. Respecto a la utilización efectiva del gasto educativo para el aumento de la calidad académica, Argentina gasta 5680 USD por estudiante, mientras que Colombia gasta 2445 USD. Siguiendo en esta línea, el puntaje PISA promedio de 2018 en Argentina fue de 395, lo que equivale a poder comprar 0.0695 puntos si se gasta 14 USD por cada uno. El objetivo es alcanzar la efectividad colombiana que por cada 6 USD invertidos puede comprar 0.165 puntos PISA.


Veamos la infografía:


Ratio de alumnos por escuela


Siguiendo en la estructura de “entrada-producción-impacto” de la política pública se observan los siguientes problemas.

Argentina ha dedicado históricamente una parte importante del presupuesto en construir escuelas. Sin embargo, comparando regionalmente, posee una muy baja cantidad de alumnos por escuela, y como contrapartida se observa que la calidad educativa de nuestro país es peor que la de otros países con hasta el doble de alumnos. Por otra parte, el ingreso fue gastado en un tipo de producción que agotó su capacidad de generar un impacto positivo; hasta se podría argumentar que la falta de alumnos en algunas escuelas deteriora la calidad educativa general. Mientras que el país con más establecimientos educativos es Brasil (197 500 establecimientos con 271 estudiantes cada uno) y el menor es Chile (11 285 establecimientos con 977 estudiantes cada uno). Se observa que ambos superan ampliamente a la Argentina en calidad educativa, estando Chile en el primer podio.


Respecto a esto se pueden observar las citas del informe PISA de 2015:




A mayor tamaño de aula, mayor promedio en ciencias. Si las escuelas tienen poca densidad de alumnos debe esperarse que las aulas estén menos pobladas, por lo que la calidad de ciencias decaerá indefectiblemente.


“While grouping by ability creates more homogeneous classes, students in lower-ability groups often do not benefit as much as those in the higher-ability groups from this way of sorting students, partly because underachieving students cannot learn from or be inspired by their higher-performing peers if they are not sitting in the same classroom” (Lucas, 1999, p. 176).


El foco de la política pública debe ser generar calidad educativa y no simplemente desarrollar infraestructura sin utilidad práctica e incluso con efecto negativos para la meta final que es maximizar la eficacia académica.


Bibliografía


Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. (2015). PISA 2015: Resultados claves. Editorial OECD, https://www.oecd.org/pisa/pisa-2015-results-in-focus-ESP.pdf Edición Sofía Grandinetti y Lucía Chico

















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