Por Florencia Fuentes
Japón es uno de los actores más importantes del mercado energético global. En 2019 fue el cuarto mayor importador de crudo y el quinto mayor consumidor de petróleo. Además, en ese mismo año, Japón se clasificó como el mayor importador de gas natural licuado, representando el 22% del mercado de GNL; también fue el tercer comprador mundial de carbón (EIA, 2020). Sin embargo, a pesar de la dependencia externa, este país se destaca por su eficiencia energética, teniendo una de las emisiones de CO2 por unidad de PBI más bajas del mundo.

La eficiencia en materia energética puede ser rastreada hasta los 70. En un primer momento, debido a la primera crisis del petróleo de 1973, el gobierno se centró en la investigación y desarrollo para, luego de la crisis de 1979, establecer la “Ley sobre el Uso Racional de la Energía”, para promover el uso eficiente de los combustibles. Esta ley fue revisada en varias ocasiones y mantiene un rol central en la política de eficiencia energética japonesa (Geller et al. 2006).
En una de estas oportunidades, en 1983, se introdujeron las normas mínimas de rendimiento energético (MEPS). Como consecuencia de esta medida, el uso promedio de electricidad de refrigeradores nuevos cayó un 15% entre 1979 y 1997, mientras que el tamaño promedio de este electrodoméstico aumentó alrededor del 90%. En 1998 se introdujo el programa Top Runner, por el cual todos los productos nuevos, incluyendo las importaciones, debían alcanzar el nivel de eficiencia del producto más eficiente de su categoría para una fecha determinada.
El consumo japonés de petróleo viene disminuyendo hace años, y el consumo de energía del sector industrial se ha mantenido constante hace 30 años mientras que el PBI se ha duplicado en el mismo periodo (Bustelo, P. 2008). Sin embargo, Japón no ha tenido tan buenos resultados en diversificar sus proveedores de petróleo.
En 2019 el 89% de sus importaciones de crudo se originaron en Oriente Medio; tan solo Arabia Saudita y los Emiratos Árabes representaron el 65% de su mercado (EIA, 2020). Ante esto, teniendo en cuenta que ambas crisis se originaron en esta región, junto a la inestabilidad que la caracteriza, Japón ha buscado alternativas, entre ellas, Rusia.
Este último país representó el 5% de las importaciones de crudo en 2019 y el 8% del GNL, siendo la principal fuente de crudo fuera de Oriente Medio (idem). Ante esto, no sorprende que las sanciones de Japón contra Rusia en 2022 no se dirigieran al sector energético. De hecho, luego de varias especulaciones, el gobierno ruso permitió que la compañía japonesa SODECO permanezca en el proyecto de desarrollo de petróleo y gas ruso Sakhalin-1, fundamental para el suministro estable de energía a mediano y largo plazo según el gobierno japonés (The Japan Times, 2022).
Mientras que la dependencia de Oriente Medio es fuente de preocupación para Japón, la dependencia de Australia, quien representó el 39% de las importaciones de GNL en 2019, no parece tener el mismo impacto. El sudeste asiático y Oceanía representaron el 67% del mercado de GNL japonés en ese año (EIA, 2020).
A pesar de que la dependencia de Oriente Medio sea preocupante para el gobierno japonés, es poco probable que el suministro de crudo sea interrumpido. Tanto Arabia Saudita como EAU son dos de los países más estables de la región, además de que Japón ya ha interrumpido sus importaciones de Irán.
Asimismo, los procesos de normalización de relaciones entre países árabes, EAU entre ellos, e Israel dificulta la posibilidad de que un conflicto como el de 1973, que dió origen a la primera crisis, sea repetido. Tampoco hay grandes probabilidades de conflictos entre los países de la región que puedan afectar el suministro de petróleo, al menos en el corto y mediano plazo.
En todo caso, la dependencia energética del petróleo y gas en su conjunto, y la inestabilidad de estos mercados, podrían ayudar a reflexionar sobre las fuentes de energía de Japón.
Bibliografía
Bustelo, P. (2008). Seguridad energética con alta dependencia externa: las estrategias de Japón y Corea del Sur. Boletín Elcano, (101), 29.
EIA. (2020). Country Analysis Executive Summary: Japan. EIA. https://www.eia.gov/international/content/analysis/countries_long/Japan/japan.pdf
Geller, H., Harrington, P., Rosenfeld, A. H., Tanishima, S., & Unander, F. (2006). Polices for increasing energy efficiency: Thirty years of experience in OECD countries. Energy policy, 34(5), 556-573.
Russia allows Japan to keep stake in Sakhalin-1 oil and gas project. (2022). The Japan Times. https://www.japantimes.co.jp/news/2022/11/15/business/economy-business/sakhalin-japan-stake/
Edición Sofía Grandinetti