En 2018 la Argentina tendrá la importante tarea de servir, por primera vez, como sede a la reunión anual del Grupo de los 20, considerado el ámbito de cooperación económica más importante del mundo. Este acontecimiento histórico se encuentra en línea con el recibimiento que ha mostrado la comunidad internacional al gobierno de nuestro país desde la toma de mando en diciembre de 2015, a la vez que pone a prueba la capacidad de liderazgo regional de la Argentina en un contexto de incertidumbre global y resurgimiento de los nacionalismos extremos –experiencias visibles en la elección de Donald Trump como presidente de EE.UU. y la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea-.
El Grupo
Los miembros del G20 son: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea como bloque económico. En conjunto, estos países representan cerca del 80% del producto bruto mundial, 3/4 del comercio internacional y dos tercios de la población global[1]. Asimismo, son invitadas a los encuentros diferentes organizaciones –como OIT, FMI, BM, OMC, ONU, OCDE y este año se sumó la OMS- que reflejan la pluralidad de cuestiones en las que el G20 tiene influencia, no limitándose de manera exclusiva al ámbito económico.
Los orígenes del G20 se remontan a finales de la década de 1990 y dan cuenta de la necesidad del sistema internacional de ampliar la capacidad de decisión hacia actores históricamente desplazados del centro de la escena debido al aumento de la influencia de los países en vías de desarrollo en la economía internacional. A medida que el Grupo de los 20 fue tomando mayor poder relativo, los foros más reducidos que agrupan a poderosos países (como el G7) fueron disminuyéndolo. Sin embargo, el apogeo del G20 se vivió durante la crisis financiera internacional del 2008 donde se posibilitó la adopción de medidas conjuntas que permitieron una salida ordenada de la situación.

Situación actual
Alemania es el presidente durante 2017. La cumbre de Jefes de Estado de este año se desarrollará el 7 y 8 de julio en Hamburgo. En este caso, el organizador decidió priorizar dos temas específicos: la cooperación con África y el rol de las mujeres. Ambas cuestiones representan la continuidad de la postura alemana de que el mundo debe dirigirse hacia una “globalización inclusiva”. Es por esto que la Unión Africana también forma parte del encuentro de este año, donde se espera lograr la facilitación de la inversión privada para mejorar la infraestructura del continente y sus condiciones de desarrollo. Por otra parte, recientemente se celebró en Alemania el Women 20 (W20) con la presencia de las mujeres más importantes que forman parte del G20 –participaron desde Ivanka Trump hasta Angela Merkel y la reina Máxima de los Países Bajos- donde se buscó concientizar acerca de la necesidad del empoderamiento del género en cuestiones digitales, financieras y laborales.
La cumbre argentina
Si bien pudiera parecer un hecho meramente logístico, la relevancia de ostentar la presidencia pro témpore del foro de países más industrializados del mundo conlleva la responsabilidad de definir cuestiones clave acerca de los temas a tratar durante los distintos encuentros que se llevan a cabo durante todo el año. Es que los encuentros del G20 no se limitan únicamente a las reuniones de jefes de gobierno de los países miembros, sino que también congregan a ministros, cancilleres, presidentes de bancos centrales y los sherpas. Como anticipo del importante evento de 2018, en diciembre de este año Buenos Aires será la sede de la cumbre ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que avanzará en las tratativas de la Ronda de Doha.
La Argentina ya se encuentra en la fase de preparativos del encuentro del G20. Junto a China y Alemania (el anterior y actual organizador, respectivamente) forma parte de la troika que se encarga de orientar las discusiones del grupo. Por el relevante nivel de sus exportaciones en el comercio internacional, ambos países son férreos defensores del libre mercado. Esto supone un desafío para nuestro país ya que deberá decidir cuidadosamente la postura que adoptará frente al nivel de apertura comercial que considera apropiado sin que esto redunde en destrucción de la industria nacional.
En este sentido, ya se están desarrollando eventos que cuentan con el patrocinio de importantes funcionarios del ejecutivo y el legislativo en donde se discuten los puntos a tener en cuenta durante la cumbre. Mayormente, estas acciones se están coordinando con delegados de Brasil y México, los otros dos países latinoamericanos que también participan del G20. Como anticipo, la canciller Susana Malcorra comentó que la intención es vincular problemáticas locales, como la educación, el nivel de empleo y la seguridad alimentaria –sintetizados en la idea de desarrollo con inclusión- a nivel global y lograr consenso para alcanzar objetivos sostenibles.
Pero quizás la organización más importante tenga que ver con los resultados que el gobierno de Macri pueda demostrar en los meses que lleva como oficialismo. Dentro de ello se puede destacar el saneamiento del INDEC, que proporciona ahora estadísticas fiables para el sistema internacional, y en el reciente aumento del país dentro del ranking global de transparencia (considerando que el G20 tiene un grupo de trabajo dedicado específicamente a la promoción de la misma y al combate de la corrupción).
Una oportunidad
Estas muestras de confianza que la comunidad internacional deposita sobre la Argentina son un reflejo de la expectativa que se tiene no solo sobre el futuro económico del país, sino sobre la capacidad de liderar regionalmente un proceso de apertura sudamericana hacia el mundo.
Otro aspecto a considerar es que la economía argentina, de acuerdo a la agencia Bloomberg, será la que mayor aceleración tendrá durante 2017 dentro de los miembros del G20. Esta proyección se suma a la mejora en los pronósticos que las calificadoras de riesgo asignaron la deuda del país en los últimos meses.
Las visitas oficiales de jefes de estado de primera línea durante los últimos meses a la Argentina también dan cuenta de este reconocimiento y de la intención de aumentar la presencia externa a nivel local. Todos estos acontecimientos generan presión para que la diplomacia argentina explote al máximo sus recursos y genere las condiciones necesarias para implementar una política exterior adecuada a las exigencias actuales. Esto incluye la formulación de proyectos sostenibles en el tiempo que den certezas al resto de los actores –tanto estatales como privados- de la capacidad que se tiene de mantener relaciones maduras con el resto del mundo, buscando permanentemente puntos de encuentro, más allá de diferencias ideológicas, en cuanto se respeten cuestiones básicas como los derechos humanos y la protección del medio ambiente.
[1] Datos obtenidos de la web oficial del Grupo de los 20. Disponible en https://www.g20.org/Webs/G20/EN/G20/Participants/participants_node.html