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El desafío verde.

Actualizado: 20 sept 2022

Por Facio, Nadia Yasmín

 

Hay una sociedad “en riesgo”, creada por el propio capitalismo postindustrial en su poderosa expansión, que hace que el individuo autónomo requiera de apoyo, más allá de su vínculo con el mercado, el cual puede en cualquier momento, tornarse precario. Es allí donde nociones como la ciudadanía, el estado social, la regulación frente al abuso, vuelven a tener sentido y a recomponer una relación extraviada. Recientemente, un enemigo invisible desencadenó una serie de catástrofes en distintos niveles humanitarios: el COVID-19, que afectó a la mayor cantidad de regiones posible desde el campo sanitario, social, económico, fronterizo y político. Este fenómeno virósico, evidenció la vulnerabilidad de las empresas y corporaciones como la fragilidad de los Estados y los grandes grupos económicos para afrontar la desidia sanitaria.





Ahora bien, dentro de este escenario ¿fue homogénea la recuperación para las economías emergentes? La pérdida de ingresos asociada a la interrupción de la actividad de los negocios privados ha provocado lo que puede ser la recesión más profunda (FMI, 2020, pág. 22). A junio de 2020, las estimaciones sugerían que América Latina y el Caribe será la región más afectada, con una contracción estimada del PIB del 9,4 % en 2020. Las economías avanzadas se contraerán en promedio un 8,0% mientras que las economías emergentes se esperaba que caigan solo un 3 % principalmente porque China e India seguirán creciendo como proveedores de bienes de primera necesidad (FMI, 2020, pág. 16).


Hace tiempo, el principal problema de crecimiento radicaba sobre las diferencias de infraestructura e impulso económico de los países en vías de desarrollo, en relación a la de los países desarrollados. La estabilidad de los primeros depende en gran medida de un enorme desafío: la sostenibilidad, un criterio que implica la participación decisiva de gobiernos sólidos y la cooperación de multinacionales que ayuden a expandir las capacidades productivas e innovadoras nacionales, con una conciencia enfocada a las energías renovables (OCDE, 2013, pág. 9). Para ello, existe una regulación explícita en los contenidos de los ODS (13, 16 y 17) que indican sobre la importancia de las instituciones gubernamentales para legitimar los procedimientos de las entidades privadas, facilitando dentro del marco de cooperación su funcionamiento regular, a pesar de actuar muchas veces como “difusores de las prácticas sostenibles” en los países en vía de desarrollo. Este dilema presentado en diferentes cumbres mundiales, vaticinó el impacto de la economía verde como el reparo ante la pobreza y la inequidad, muchas veces arraigada en las poblaciones con mayor densidad demográfica (Elisa, 2021).


Asimismo, la sostenibilidad no es un concepto a priori con un modus propio, se trata de articular una concientización individual mediante hábitos y acciones concretas que trascienda el ámbito civil, para materializarlo en espacios colectivos. En esta línea, es una “pedagogía” que debe ser llevada a cabo por la promoción creativa de las empresas, con el apoyo de las ONG’s, movimientos sociales o referentes regionales que se especialicen en la temática (biólogos, ingenieros, investigadores, emprendedores, etc.) para que, funcionando de manera simultánea, puedan alcanzar una economía (circular) que implique una transición hacia las condiciones laborales actuales, las calificaciones profesionales requeridas y los nuevos paradigmas surgidos (Elisa, 2021) Un poco más de un año y medio, la economía mundial sufrió su recesión histórica más consistente, demostrando que los índices fiscales evolucionan de manera desigual debido al rezago estático; esto evidencia nuevas reglas del juego sujetas a circunstancias externas: a medida que sigan apareciendo nuevos brotes de la pandemia, estas marcarán el rumbo de la actividad económica multilateral. Factores tales como la pérdida del empleo y del ritmo de la escolaridad, el déficit de las exportaciones, una fuerte caída de la inversión, mayores niveles de deuda externa y vulnerabilidades financieras, sumado al retraso en la velocidad de la vacunación en las poblaciones, ha aumentado las fragilidades del compromiso sostenible.


Desde el Acuerdo Climático de París en 2015, la necesidad de adoptar vías de gasto con bajas emisiones de carbono, reformar los subsidios a los combustibles fósiles, reducir las actividades mineras y promocionar la transformación energética, es crucial. En este punto, Argentina y Colombia combinan objetivos similares para implementarlos en sus modelos productivos. Otro componente de la economía verde son los bonos (ya sea del FMI, BID, BEI, Banco Mundial, entre otros) destinados a “la restauración y conservación de los ecosistemas naturales” (Watkins, Breton, & Guy, 2021) en beneficio de las economías rurales, posibilitando la creación de más empleos y la optimización de servicios, como el suministro de agua, luz, movilidad (ferrovial) y conectividad digital; en este esquema, sobresalen las políticas socioeconómicas de Paraguay, Perú y Brasil.


La excepción a la regla puede darse, a que la humanidad reajuste sus medidas preventivas y activas, para revertir un final anunciado; sin pensarlo, todos los sectores buscan involucrarse para colaborar en las vicisitudes (no resueltas) de cada una de las naciones.



Bibliografía


Aracil, Elisa. ¿Banca sostenible o simplemente banca del S. XXI?. Marzo 2021.

Link:https://cincodias.elpais.com/cincodias/2021/03/01/opinion/1614604877_656540.html


Watkins, Graham. Alcanzar una recuperación sostenible: criterios para evaluar la sostenibilidad y efectividad de las inversiones de recuperación post COVID-19 en América Latina y el Caribe / Graham Watkins, Herve Breton, Guy Edwards. División de Cambio Climático. Nota técnica del BID N°2189. Julio 2021.


FMI (2020): Actualización de perspectivas de la economía mundial. Un largo y difícil camino cuesta arriba. International Monetary Fund, Publication Services P.O. Box 92780, Washington.

Link: https://www.imf.org/es/Publications/WEO/Issues/2020/09/30/world-economic-outlook-october-2020


CEPAL (2020): Pactos políticos y sociales para la igualdad y el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe en la recuperación pos-COVID-19. Informe especial COVID-19 Nº 8.


CEPAL (2020) “Construir un nuevo futuro. Una recuperación transformadora con igualdad y libertad. Trigésimo octavo periodo de sesiones de la CEPAL.”

Link: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46227/S2000699_es.pdf?sequence=1&isAllowed=y


Artículo social actualizado del sitio BBVA. El reto de la sostenibilidad para los países emergentes. Febrero 2022.

Link: https://www.bbva.com/es/sostenibilidad/el-reto-de-la-sostenibilidad-para-los-paises-emergentes/


OCDE (2013) Interconnected Economies: Benefiting from Global Value Chains. Synthesis report. Paris

Link: https://www.oecd.org/sti/ind/interconnected-economies-GVCs-synthesis.pdf









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