Por Ramiro Gómez
Estudiante de Ciencias Ambientales (UBA)
Comité de Ambiente y Energía
Palabras Clave: Cambio Climatico, Gases de Efecto Invernadero, Negacionismo ambiental.
A casi dos años de la publicación del “Informe Especial sobre Calentamiento Global de 1.5 °C” publicado por el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático en donde científicos de todas partes del mundo explican posibles escenarios futuros en caso de que la temperatura media global siga en aumento, es importante explicar qué son el calentamiento global y el cambio climático y por qué representan una crisis a nivel internacional.
Todos hemos escuchado hablar alguna vez sobre cambio climático y calentamiento global. Aun así, es común escuchar o leer confusiones en cuanto a estos dos términos. Al hablar de calentamiento global, la ciencia hace referencia al aumento prolongado de la temperatura media de la superficie de la tierra generado por un aumento en la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera. La emisión de estos gases, originalmente provenientes únicamente de fuentes naturales (respiración de seres vivos; descomposición de materia orgánica; incendios naturales; vulcanismo; etc) ha visto un fuerte incremento a partir de la revolución industrial principalmente como resultado de la creciente quema de combustibles fósiles por acción humana.
Por otro lado, al hablar de cambio climático, la comunidad científica hace referencia a cambios en los patrones del sistema climático (como por ejemplo los regímenes de precipitaciones o el movimiento de masas de aire) en períodos no menores a 30 años. Así, una región que originalmente era caracterizada por leves precipitaciones puede empezar a sufrir lluvias torrenciales causantes de inundaciones. Si bien esto se trata de un proceso que ocurre naturalmente, una vez más la evidencia demuestra que la liberación descontrolada de GEI a la atmósfera (como resultado de la acción antrópica) y el consecuente calentamiento global de la superficie terrestre han magnificado y acelerado este fenómeno.
Ahora bien, ¿por qué el calentamiento global y el cambio climático habrían de representar una crisis a nivel internacional?
Nuevamente la ciencia tiene la respuesta para nuestra pregunta y la misma no será noticia para muchos de ustedes. Científicos de todo el mundo, entre ellos aquellos que participaron del “Informe Especial sobre Calentamiento Global de 1.5 °C” del IPCC aseguran que de no tomarse medidas para reducir (o incluso frenar) la emisión de GEI a la atmósfera, existen altas probabilidades de que para el período 2030-2050, la temperatura media global alcance 1.5-2.0 °C por encima de los niveles pre industriales.

Fuente :Global Monitoring Laboratory
La Curva de Keeling es un gráfico que representa la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera terrestre desde 1958. El mismo ilustra la tendencia al crecimiento en las emisiones de CO2, uno de los principales gases de efecto invernadero.
Algunas de las consecuencias que este aumento provocaría son un mayor derretimiento de las masas de hielo y consecuentes aumentos en el nivel del mar que pondrían en riesgo a las poblaciones costeras; aumentaría la probabilidad de ocurrencia de eventos climáticos extremos como fuertes precipitaciones y sequías; la disponibilidad de agua potable se vería comprometida así como también la disponibilidad de tierras para la producción de alimentos (IPCC, 2018). El informe indica además que en caso de alcanzarse temperaturas aún mayores a 1.5-2.0 °C respecto de los niveles pre industriales, las consecuencias podrían ser aún más graves.
Si todavía no se dieron cuenta de cómo este cambio a nivel global podría representar una crisis internacional simplemente imagínense un planeta con una población cercana a 10 mil millones de personas, una gran parte de ella huyendo de sus hogares como consecuencia de eventos climáticos extremos, falta de alimento y conflictos armados y se podrán dar una idea de cómo podría llegar a verse el futuro en caso de que los diferentes Estados no tomen cartas en el asunto y decidan trabajar en conjunto para hacerle frente a la Crisis Climática.
Si bien estos datos pueden ser abrumadores, el informe del IPCC también plantea que aún estamos a tiempo de tomar medidas para no superar un escenario de 1.5-2.0 °C por encima de los niveles pre industriales. Dentro de las medidas necesarias para alcanzar dicho objetivo, se detallan las siguientes:
● Llegar a cero emisiones netas de CO2 para el año 2050
● Transición a fuentes de energía, transporte y usos de tierra sustentables
● Utilización de tecnologías para la Remoción de CO2 atmosférico (CDR por sus siglas en inglés)
¿La principal traba a la transición necesaria? Negacionismo y la falsa concepción que pone a sustentabilidad y desarrollo económico como términos antagónicos.
Desde que asumió en 2016, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que el país que lidera (uno de los principales emisores de GEI del mundo) no formaría más parte del Acuerdo de París firmado en 2016 con el fin de establecer medidas internacionales para la reducción de las emisiones de GEI. A su vez, se lo ha escuchado negando los efectos del cambio climático en repetidas ocasiones así como también ha promovido la desregulación de la industria de combustibles fósiles (una de las principales fuentes de GEI a nivel mundial) junto a la suba de impuestos a la industria de energías renovables, una de las industrias que deberán liderar la transición a un modelo de desarrollo más sustentable que nos mantenga por debajo de los 2.0 °C.

Fuente: Our World in Data
Como Trump, son varios los líderes que deciden mirar para otro lado y fomentar un modelo que la ciencia ha demostrado como incompatible con los límites geofísicos del planeta que habitamos. Según datos de Climate Action Tracker, Argentina se encuentra dentro de los países cuyas acciones proyectarán un escenario de aproximadamente 4 °C por encima de niveles pre industriales.
Ante esta problemática es imperativo que los diferentes Estados trabajen en conjunto, escuchen a la ciencia y unan recursos tecnológicos y de conocimiento para el desarrollo de un modelo compatible con los límites naturales de la Tierra. En palabras de los cientos de miles de jóvenes que marchan año tras año a modo de reclamo por la falta de acción, “No hay planeta B”. La Tierra es y será nuestro único hogar (al menos en el futuro cercano) y es nuestra responsabilidad como habitantes tomar medidas para defenderlo.
Nunca antes nuestro accionar como individuos y como colectivo fue tan importante. Composten, reciclen, consuman responsablemente, pero tampoco olviden reclamar cuando aquellos que nos lideran no estén luchando por nuestros mejores intereses. El momento de actuar es ahora. Ya no queda lugar para las Fake news y los negacionistas de la ciencia. La Crisis Climática es un hecho y dependerá de nosotros como transitarla.
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